viernes, 1 de marzo de 2019

Libro: Sinfonía borbónica (1987)



Poesía cruel de la madrugada
JUAN CILLEROS, 1996


Novela simultánea de múltiples personajes, que se entrelazan en el escenario de un Madrid confuso de fulanas, artistas, escritores y  políticos. 

Umbral retrata con maestría a sus personajes y les dedica a cada uno de ellos capítulos independientes, donde nos describe sus vidas, sus miserias y sus infinitas tristezas. Hay un poso de desencanto y ternura en todos ellos, en sus vidas de espuma y noches perdidas. Cuando sonríen brilla la plata falsa de su alegría y su corazón es un piedra gorda que les duele en el pecho. Sólo son destellos de metales nocturnos oxidados por el tiempo, sólo son el fulgor extraño que se adivina en sus ojos.

La narrativa de Umbral está llena de adjetivos crueles y desconcertantes, “el rojo despiadado de sus labios". Adjetivos que al mezclarse compulsivamente explotan y nos dan una intuición, una sensación extraña y violenta.

La fórmula ensayada por Umbral/Narrador es todo un hallazgo estilístico. Al utilizar al narrador omnisciente, hay un acercamiento al interior de los personajes, descubrimos sus dudas, sus vilezas y pequeñas heroicidades, sus idas y venidas por las páginas del libro. 

Los capítulos (59) son breves y escuetos, pero tienen la intensidad de una prosa desbordante de imágenes, adjetivos y descripciones líricas. 

Algunos de los personajes son famosos poetas, músicos y escritores, que se esconden bajo apócrifos nombres, que el lector tendrá que adivinar por lo que dicen, o por lo que hacen. Se puede intuir al poeta Gabriel Celaya, al filósofo Aranguren, al músico Ramoncín o a la aristócrata Sisita Milans del Bosch. Son todos ellos/ellas el légamo triste de la noche malvada en un Madrid espantado, confuso y atroz.

En la portada del libro aparece el David de Donatello, cuya reencarnación es el personaje de Sandro, un cruel cuchillo adolescente en el filo de los dos sexos, con cuyo suicidio y entierro termina la novela. 

“Sandro, cuerpo de luz, tú nos trajiste...”

“Sinfonía borbónica" está  escrita con una prosa certera, de retazos periodísticos y poesía cruel sobre la madrugada y el deseo, sobre Madrid, sus ninfas y sus noches.

Al terminar de leer la novela, nos damos cuenta de que Francisco Umbral es un poeta disfrazado de periodista, un lírico con el alma despiadada y ojos de triste gato.

Recomendada su lectura para todos aquellos lectores, que aún no han descubierto sus gafas de miope surrealista y su mirada enlagunada de whisky, mujeres y páginas de luz.

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