martes, 12 de agosto de 2025

Todos los Premios

 


Estos son Los Premios que consiguió Francisco Umbral a lo largo de su carrera periodística y literaria:


>> Puedes "clicar" en los Premios:


1964: Premio Nacional de Cuentos Gabriel Miró por "Tamouré".

1964: Premio Guipúzcoa (Finalista) por la novela "Balada de gamberros".

1965Premio del Concurso Novela Corta de León por "Días sin escuela".

1969: Premio Elisenda de Moncada (Finalista) por la novela "Si hubiéramos sabido que el amor era eso".

1969: Premio de Cuentos Tartessos por "Marilén otoño-invierno". 

1975: Premio Carlos Arniches de la Sociedad General de Autores.

1976: Premio Nadal por la novela "Las ninfas".

1980: Premio González Ruano de Periodismo por su artículo "El trienio".

1985: Premio Planeta (Finalista) por su novela "Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo".

1990: Premio Mariano de Cavia por su artículo periodístico "Martín Descalzo". 

1990: Premio Antonio Machado con su narración corta "Tatuaje". 

1992: Premio de la Crítica 1991 por su novela "Leyenda del César visionario". 

1995: Premio Francisco Cerecedo de la Asociación de Periodistas Europeos.

1996: Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

1997: Premio Fernando Lara por la novela "La forja de un ladrón".

1997: Premio Nacional de las Letras Españolas por el conjunto de su obra.

1999: Fue nombrado doctor honoris causa por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. 

2000: Premio Cervantes.

2003: Premio de periodismo Mesonero Romanos.

sábado, 2 de agosto de 2025

Visitas

 



He imaginado a los lectores de este blog buscando en internet un artículo, una entrevista o un poema del Señor Umbral y cayendo atrapados en la red de estas "páginas virtuales" donde he ido publicando a lo largo de estos años su periodismo subjetivo y su literatura de textura poética.


He aquí el número de esas visitas inesperadas.


Visitas del Blog (Clica para descubrirlas):


>> 10.000 Visitas (Jueves, 17 de mayo de 2018)

>> 15.000 Visitas (Viernes, 22 de febrero de 2019)

>> 47.920 Visitas (Viernes, 31 de diciembre de 2021)

>> 77.000 Visitas (Martes, 31 de diciembre de 2024)

>> 92.000 Visitas (Domingo, 8 de junio de 2025)

>> 100.000 Visitas (Jueves, 31 de julio de 2025)

Luz fría

 



En este texto Victoria Iglesias explica la historia que hay detrás de la fotografía del espejo.

(...) Después de mis fotos asistí a la entrevista apesadumbrada pensando en ellas. Dejé de prestar atención preocupada en otear algo fuera de aquella esquina. Merodeé tímidamente, husmeé con mi cámara en el cuello, y entonces descubrí el espejo y el cuadro.

Volví a la conversación al lado de su mesa camilla. El redactor se reía con él. Le hacía la pelota. Aquello fluía como un manantial de agua fresca. Sin embargo, yo me impacientaba, cada vez más, por la sequía de mis fotos y la asfixiante atmósfera. Necesitaba aquel espejo y lo necesitaba con prontitud, antes de que me atrapara mi propia imagen, aquella que había visto reflejada en él hacía unos segundos.

A Borges le daban miedo los espejos: “Infinitos los veo, / elementales ejecutores de un antiguo pacto, / multiplicar el mundo como el acto / generativo, insomnes y fatales”, escribía en el poema "Los espejos".

Pero creo que a Umbral lo que le daba miedo no eran los espejos, sino la imagen de un hombre destartalado con mirada de búho, grandote de manos finas, de frente abierta y melena canosa, llamado Francisco Alejandro Pérez Martínez, o como quiera que se llamara. Un hombre que caminaba entre exabruptos, creando un personaje que comía con glotonería, al que anudaba un fular blanco como abrigo, pero que desvistió hasta la médula el día que escribió "Mortal y Rosa".

Link del texto: 

jueves, 31 de julio de 2025

100.000 Visitas

 


Hoy, 31 de julio de 2025 este blog "umbraliano" ha llegado a la cifra redonda de 100.000 Visitas.

El 6 de enero del año 2016 empecé a divulgar en este blog el periodismo y la literatura de Francisco Umbral y todavía hoy siguen iluminando "Noches, Ninfas y Fuegos".

sábado, 26 de julio de 2025

Artículo: El caballo de Franco

 


El Norte de Castilla, lunes 25 de noviembre de 1975

El caballo de Franco, la camisa de Girón y el flequillo del infante 

FRANCISCO UMBRAL


La Historia va acuñando sus medallones delante de nosotros, a la vista imparcial del cronista, que asiste con distanciamiento apasionado (también hay geometrías apasionadas) a esta orfebrería del tiempo sobre la materia de sangre y luz que es metal de los muertos y el afán de los vivos. Así las cosas, el cronista quisiera recoger y resumir, entre toda la riqueza de imágenes que nos han dado las últimas horas nacionales, tres escorzos insólitos y reveladores, quizás con más selección estética que ética, pues ya dijo el viejo y sabio André Gide que mi ética es mi estética y el nada errado Samuel Beckett cuando en su estudio sobre Proust, destaca como esencial la carencia de nociones morales en el más grande escritor de todos los tiempos. 

Estéticamente el caballo de Franco, vacío, desnudo, sin jinete, en el entierro, por delante, y la camisa de Girón única o casi única en el hemiciclo de la jura del Rey y el flequillo rubio del infante Felipe, en esa misma solemnidad, son tres motivos de sugestión tan fascinantes como la vidriera de Combray, donde el escritor soñaba con Gilberto el malo, el rayo de luz que encendía el cristal y los colores. 

El caballo de Franco, vacío, es un momento cesáreo en toda la ceremonia, por lo que deducimos que la naturaleza imita a Esquilo, y por lo que nos preguntamos si hemos vivido efectivamente en un estado ecuestre y andamos ahora descabalgados pisando la dudosa luz democrática de día. 

¿Quiere decir que pasamos de un estado ecuestre a un estado monárquico-liberal? Yo creo que todavía no quiere decirse nada. Ha habido otros estados ecuestres en la Historia, y no sólo en la Historia de España. Napoleón. Carlos I. Carlomagno. Washington, son ejemplos de estados ecuestres. Entre el caballo desmontado de Franco y el flequillo rubio del infante Felipe o don Felipe ¿se interpone la camisa azul con que Girón acudió a las Cortes en una sesión de etiqueta obligatoria?

Habría que preguntarse, asimismo, si los estados ecuestres no son más contundentes que los estados con flequillo de oro genealógico. ¿Puede un Estado tener su base en un caballo militar y su florón en un flequillo infantil? […] 

Con estos elementos, con un caballo sin jinete, con una camisa azul y solitaria, con un flequillo rubio y principesco, con el desmayo de una muchacha, no puede componerse el jeroglífico del futuro, pero podría asegurarle el fin del estado ecuestre, la supervivencia del estado uniformado, un augurio de futuro más sentimental que racional, iluminado sólo por un niño, y por un afloramiento de la tensión nacional que se viene abajo en las bellas piernas de Mariona. A ver ahora.